Hablamos con Juan Carlos Bermejo, presidente de la Sectorial de Herbáceos de Cooperativas Agro-alimentarias de España, para analizar la cosecha de cereales en España durante la campaña 2019/2020 y sus principales claves.
AETC- ¿Cómo ha afectado la climatología a la cosecha de cereales 2019/2020 en España?
JCB- A largo de la campaña 2019/2020 la evolución de la pluviometría ha sido un tanto irregular, con muchos sobresaltos, que al final del ciclo de los cereales terminó en decepción.
En efecto, mientras que, en general, el otoño de 2018 fue lluvioso, las siembras se realizaron de forma adecuada, los meses de febrero y marzo fueron especialmente secos y nos hicieron temer, en ese momento, tener una cosecha desastrosa. Sin embargo el mes de abril, aguas mil, nos subió la moral y como ocurre muchas veces en nuestro país mayo no acompañó ni en lluvia ni en temperatura. Mayo en lo que a temperatura se refiere fue de heladas en los primeros días del mes y altas temperaturas al final del mismo. En junio al igual que en mayo falta de agua y altas temperaturas.
Zonas como norte de Burgos, Navarra y el país Vasco e incluso Cataluña han tenido unas condiciones agroclimáticas más benignas que el resto del país y, por ello, han tenido rendimientos más cerca de la normalidad.
AETC- ¿Qué conclusiones se pueden sacar de la cosecha 2019/2020?, ¿qué diferencias se han observado con respecto a la campaña anterior?
JCB- La cosecha actual de cereales no ha sido buena, pero hay que decir que, aunque antes de comenzar a cosechar los agricultores eran muy pesimistas, el comentario general posterior fue distinto ya que se que recogieron más cereales de los que esperaban.
Una cosecha estimada de 17.49 Mtn. supone una bajada de producción respecto a la cosecha 2018, que fue, teniendo en cuenta los últimos doce años, casi record, de un 27.32%, siendo Castilla y León y Extremadura las comunidades autónomas más castigada con una bajada total de un 35.16% y 36.68% respectivamente, le siguen Andalucía y Castilla La Mancha con una bajada del 25.73% y 24.78% respectivamente. A nivel nacional, el rendimiento medio de todos los cereales ha pasado de 4.03 tn/ha en la campaña 18/19 a 2.94 tn/ha en la 19/20.
En relación a la calidad de nuestra cosecha aún se está valorando la misma. Los primeros datos apuntan en trigos blandos a un porcentaje de proteína alto aunque en muchas zonas con pesos específicos discretos y en cebadas las de dos carreras dan el tipo en lo que a peso específico se refiere pero no ocurre lo mimos con las de 6 carreras que en muchas zonas tienen pesos por debajo de 60 Kg./Hl. En las dos Castillas el calibre mayor de 2.5 mm de la cebada para malta se sitúa por debajo del 60%
AETC- ¿Cómo consideras que se encuentra actualmente el mercado de cereal?, ¿cómo debe ser una buena campaña de comercialización que consiga dar valor a la cadena cerealista?, ¿cuál es el papel del mundo cooperativo en ese sentido?
JCB- En España, una cosecha por debajo de la media supone entrar en muchos casos en un roll de retención de cereales por parte de los tenedores que en la mayoría de los casos no conduce a ningún sitio. En la actualidad, en nuestro país, los puertos son otros “productores” más de cereales que hay que tener muy en cuenta a la hora de establecer el balance de oferta y demanda.
La mejora en el ordenamiento de la comercialización de cereales enEspaña es una asignatura pendiente. A lo largo de muchos años, el sector no ha sido capaz de establecer un contrato tipo que establezca de forma clara y precisa unas cláusulas contractuales, unos parámetros de calidad para los distintos cereales bien definidos y la puesta en marcha de una Cámara de Arbitraje para la solución de conflictos.
Las cooperativas como partícipes en este mercado, intentamos ordenar el mercado interior en la medida de nuestras posibilidades: intentamos agrupar oferta, comercializamos a lo largo de toda la campaña, mes a mes, no somos muy partidarios de “sentarnos en los montones”, etc., y creemos que es la forma de mantener a lo largo del tiempo una retribución adecuada para las producciones de nuestros socios. La realidad del mercado mundial escapa a estrategias especulativas y la ganadería española tiene que ser abastecida de materias primas, cereales, soja, harinas, etc.; día a día, si nosotros no la abastecemos otros cubrirán ese hueco.
AETC- De cara al futuro, ¿a qué retos se enfrenta el sector?, ¿qué avances consideras que se deben llevar a cabo para una mejor adaptación al medio?
JCB- El reto a tener en cuenta de cara al futuro es el de solucionar o mitigar la influencia que el cambio climático (altas temperaturas que están superando las medidas históricas, disminución de recursos hídricos, acortamiento de los ciclos de desarrollo óptimo de los cereales, etc.) tiene en la erosión de la rentabilidad de las explotaciones de los agricultores cerealistas.
La solución entendemos, desde Cooperativas, viene en gran parte desde el lado de la investigación, mejora genética, y desarrollo de nuevas variedades adaptadas a las nuevas circunstancias agroclimáticas. El sector cerealista debe incrementar el uso de semillas certificadas o semillas acondicionadas de probada procedencia para que la cadena obtentora – utilizadores genere suficientes recursos para llevar a cabo dicha mejora.