Entrevistamos a Cristina Molina, profesora en el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA – CSIC), y a Mercedes Ruiz, directora de la consultora agroalimentaria AESTIVUM.
AETC: ¿Qué papel desempeña la mujer en el sector cerealista?
Mercedes Ruiz (M.R.): El papel de la mujer en el sector cerealista es igual de vital que en cualquier otro, pero, desgraciadamente, nuestro nivel de representación en la cadena de valor, sobre todo en puestos directivos de las empresas, sigue siendo muy bajo. Encontramos muy pocas mujeres a la cabeza de cooperativas, entre los almacenistas, mujeres traders, brokers, en las mesas de las lonjas y en la dirección de compras de grandes empresas del sector.
AETC: ¿Cómo ha cambiado la situación de la mujer en el campo de la investigación en los últimos años?
Cristina Molina (C.M.): En el campo de la investigación “a priori” no hay diferenciación de genero y todos los investigadores tenemos las mismas oportunidades independientemente del genero. Sin embargo, si es cierto que para las mujeres se dificulta bastante si se desea conciliar con ser madre y tener una familia porque la investigación es muy absorbente cuando es vocacional.
En el ámbito de la Tecnología de Alimentos, que es en el que yo desarrollo mi actividad, las mujeres dominan la investigación. La posible brecha de género se observa cuando el análisis se realiza por categorías profesionales, donde el predominio de las mujeres desciende a medida que se asciende en categoría. Aunque la tendencia es reducir dicha brecha y actualmente, desde 2017, el CSIC está liderado por la Presidenta Rosa Menéndez López, que ha sido un ejemplo de tenacidad a lo largo de su carrera investigadora.
AETC: ¿Consideras que hay igualdad profesional entre mujeres y hombres en el sector?
M.R.: Pienso que para las que hemos llegado la igualdad existe, y yo de hecho nunca me he sentido diferente o en desventaja por ser mujer, pero creo que este sector todavía es muy tradicional, con una edad media bastante elevada y alienta poco la incorporación de mujeres en determinados puestos, sobre todo los que requieren más relaciones sociales, viajes. También tiene mucho que ver con los relevos generacionales en empresas familiares donde la hija no se espera se haga cargo del negocio.
AETC: ¿Cree que es un sector que da facilidad a la mujer para acceder a puestos directivos?
C.M.: Como he comentado anteriormente, en este sector no hay discriminación de género, y todos los investigadores tienen las mismas oportunidades. Sin embargo, a las investigadoras nos cuesta más llegar a los puestos directivos, aunque en ocasiones esto está motivado por las propias opciones personales de las mujeres.
AETC: ¿Qué medidas deben adoptar las empresas del sector para garantizar la visibilización de las mujeres?
M.R.: Yo pienso que debería vigilarse que en los procesos de selección para determinados puestos haya perfiles femenimos. Dentro de las empresas creo se tendría que alentar a las mujeres a presentarse a puestos relevantes, porque muchas veces nosotras mismas nos limitamos. A la vez confío que al haber cada vez más referencias femeninas en el sector, esto anime a otras mujeres. También creo que el hacer una red de apoyo entre nosotras puede ayudarnos a tener más visibilidad.
AETC: Desde la investigación, ¿cómo dan visibilidad al colectivo femenino?
C.M.: El CSIC desde hace muchos años está muy concienciado con conseguir políticas de igualdad en el ámbito de la investigación. Por ello se creó en 2002 la Comisión de Mujeres y Ciencia con el objetivo de proponer acciones para apoyar el desarrollo de la carrera científica de las mujeres en el CSIC. Además en 2011, se elaboró el I Plan de Igualdad entre mujeres y hombres y se creó la Comisión Delegada de Igualdad en el CSIC.
Posteriormente en 2018 la Presidencia del CSIC instituyó el ““Distintivo de acreditación en igualdad de género” cuyo objetivo es reconocer a aquellos centros o institutos del CSIC que promuevan la perspectiva de género como una categoría transversal en todos los aspectos de su funcionamiento y avancen en la promoción de medidas encaminadas a eliminar las barreras que encuentran las mujeres en el ejercicio de su profesión”. En los últimos años se han sucedido distintos campañas de divulgación para destacar el papel de la mujer en la ciencia como el “Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia” o el “Día Internacional de la Mujer”.
AETC: ¿Qué les diría a las jóvenes que están pensando en dedicar su vida profesional a la investigación agroalimentaria?
C.M.: Por supuesto les animaría a proseguir su carrera profesional y perseguir sus objetivos personales. La carrera investigadora es dura, pero al mismo tiempo proporciona muchas satisfacciones. Cualquier investigador, hombre o mujer, tiene que estar dispuesto a ser perseverante porque es una carrera que requiere muchos sacrificios para alcanzar cierta estabilidad. En la historia ha habido muchísimas mujeres relevantes que han marcado el rumbo de la ciencia en distintos ámbitos, aunque no han tenido la visibilidad merecida. Eso ha cambiado totalmente, y actualmente existen grandes ejemplos de mujeres que lideran la investigación, prueba de ello es que la Presidencia del CSIC la lidera una mujer. Por ello, yo animaría a las jóvenes a perseguir su vocación en investigación porque la carrera científica persigue la igualdad e integración de género.